Aprendamos a comer

 

El ritmo actual de la vida hace que descuidemos la alimentación y con el montón de modas dietéticas nos alejamos de nuestra dieta mediterránea, tan rica y variada. 

Repasemos un poco las Reglas Básicas de la dieta mediterránea:

En esta dieta, prevalecen los de productos naturales temporada, que son más frescos, están en su punto y son de proximidad: Frutas, verduras, lácteos y huevos, pescado, carnes y aceite de oliva, romero, azafrán, tomillo, orégano…mezclados con arte y mucho amor son una fuente completa de salud y un  placer para el paladar muy variado.

Como una dieta equilibrada y sana debe aportar la cantidad de energía y nutrientes que el organismo necesita para un correcto funcionamiento, distinguiremos entre alimentarse (comer) y nutrirse (aportar mediante la comida los principales nutrientes para el organismo). Los nutrientes son: proteínas, hidratos de carbono o azucares, grasas, vitaminas, minerales y agua.
   

Para realizar un aporte correcto de dichos nutrientes deberemos comer cada día una ración adecuada a la edad, peso y talla de cada persona: Cereales y féculas      ( pan integral, arroz, patatas, pasta,…), verduras y hortalizas, varias piezas de fruta y leche y sus derivados y por supuesto…aceite de oliva 
 

Cada semana, incluiremos en la dieta legumbres, pescado, carnes magras, aves y huevos
   

De forma ocasional y moderada: embutidos, carnes grasas, dulces, refrescos y bollería y siempre teniendo en cuenta las necesidades energéticas que cada uno necesita según su trabajo y constitución
   

Recordemos que cada edad tiene sus necesidades y es necesaria una alimentación concreta: los niños que derrochan energía, los adultos deportistas, los sedentarios, durante la andropausia y menopausia, en edades avanzadas que no tienen tanta actividad y su metabolismo va más lento, según el estado de salud y enfermedades crónicas individuales. Siempre nos aseguraremos de tomar el aporte correcto de nutrientes para cada edad.
   

A los niños, hay que acostumbrarlos a comer de todo desde muy pequeños y a seguir una dieta variada y equilibrada para evitar carencias nutricionales, prevenir enfermedades y colaborar en el mantenimiento de la salud. Como no todas las comidas atraen de la misma manera, es eficaz  introducir las novedades al principio de la comida, cuando se tiene más hambre, combinar texturas, colores y sabores, presentándolos de manera divertida
   

Al empezar el día, energía: Empezar el día con buen pie ayuda a mantener las necesidades energéticas y  permite que lleguemos al mediodía menos desfallecidos. Un desayuno completo debe tener: Zumo o una pieza de fruta, leche o derivado, cereales o pan, aceite de oliva
   

Y aunque te concedas de vez en cuando un capricho, este no puede sustituir la toma de fruta.
 

Si seguimos una alimentación variada y equilibrada, podremos permitirnos más que algún capricho en la comida y ahorraremos mucho en productos farmacéuticos.