Del griego : Todo, entero, Integral.
Una manera de mirar y entender la salud, mediante la aplicación de cuidados holisticos.
Cómo sobreponerse a las pérdidas y adaptarse
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EL SONIDO DE LA MÚSICA


El sonido de la música vibra hoy en mi casa y el jazz se convierte en el corazón del tiempo.

El Jazz es el sonido de la calle y del alma cuando suena el saxo de Coltrane con voz humana, la melodía o el solo del piano. Platillos, batería, contrabajo marcan el "tempo" de una melodía que nace, viaja y retorna al inicio, rota por “breaks” improvisados en una declaración de rebeldía   con un “coste” determinado.
Los “Jazz man” montan su vida en torno al Jazz y este tipo de música, como novia posesiva los lleva a gozar, soñar, vivir y viajar con el jazz convirtiéndose en su Amor verdadero.Por eso creí que en el  Arte de Amar  aún se requieren sacrificios.


A diferencia otros estilos de música, el Jazz trata de Amor verdadero y correspondido, que mejora con el tiempo y sabe compensar las pérdidas en la voz con “swings”…
Ese respirar jadeante de Billie Holiday  con una voz que ha perdido fuerza, se convierte en algo inesperadamente hermoso, que dice algo diferente. 

El jazz, como las personas, cuenta con multitud de posibilidades para la renovación, la innovación y la regeneración de lo que a veces damos por perdido.

Para el Jazz, lo que cuenta no son los valores absolutos: correcto, bueno, malo, afinado… sino la apertura hacia nuevos modos de experimentar y de mirar, apoyándose en dos pilares: El espacio armónico o norma y la improvisación o disidencia. 

Como todo juego estético, se define por la interacción entre la imposición y la oposición. Abro los ojos para ver que en todos los campos del alma, ya sea música, arte o amor, acabamos soñando y a veces exigiendo desde la norma, la improvisación…como un impulso de búsqueda de libertad o de reafirmación del propio criterio. En este sentido el jazz y el amor son iguales: Nada tan opresivo que un terreno limitado, o tan apasionante como una nueva experiencia.


El Jazz y el Amor se improvisan cada día, pero si queremos sobrevivir sentimentalmente, es preciso convertirse en un disidente del Amor en la vanguardia que avanza y aprende a ejecutar diferentes formas de interpretarlo.

Hoy mi corazón late al ritmo del sonido de John Coltrane. Su sonido me envuelve y me transporta con su “A Love Supreme”. El Amor que parte de uno mismo hacia el Todo. Amor universal y cósmico, completo en si mismo, siempre capaz de experimentar y crecer, regenerarse y florecer. 

La primera vez que la escuche, pensaba en un amor más humano. Un día descubrí que nunca había existido ningún impedimento para disfrutar del Amor, excepto en mi misma, prisionera de mis muros cambiantes, pendiente de visiones de lugares venideros y distantes, en mi compulsión de perseguir imposibles, de engancharme solo a lo que sabía con fecha de caducidad impresa de antemano. Por una parte, no sabía vivir sin amor, pero, por otra, necesitaba amar imposibles, como si  no valiera lo suficiente como para merecer un amor absoluto, sino solo condicional. Era, es, como empeñarse en perseguir el horizonte, siempre cercano pero siempre inalcanzable, en lugar de permitirme ser.

Si. Hoy escucho a Coltrane: “A Love supreme”  me dejo llevar y siento su  Amor Supremo.
Dulces y bellos sueños¡¡¡



 Modelo : Cris Lustres

Fotografía: Candiño

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