Hablemos del Cáncer de Mama

¿Qué sé? 

Sé que es uno de los tumores más frecuentes en las mujeres occidentales. Aquí en España se diagnostican más de 22.000 casos al año.

Mi cirujano, explica muy bien la evolución del tratamiento, desde 1845 hasta nuestros días... 

La Cirugía y el Tratamiento del Cáncer de Mama a evolucionado aprendiendo de sus fracasos hasta conseguir un índice de supervivencia a los 5 años del diagnostico, del 75% en los años 90 al 87% hoy.

¡Cuántas mujeres han andado este camino antes que yo! A todas y cada una de ellas mi más enorme agradecimiento por su valentía y su legado. De ellas aprendimos y aprendemos cada día, crecemos y evolucionamos.

El Cáncer de Mama representa un 30% de todos los tumores diagnosticados en nuestro país. Eso significa que 1 de cada 8 mujeres pasará por eso a lo largo de su vida. La mayoría entre los 35 y los 80 años,  con un pico de población entre las de 45 y 65 años. ¡Esto es lo que sucede!

Los investigadores dicen que su incidencia (aumento del número de casos diagnosticados) crece entre el 1-2% al año, con un pequeño “despunte” entre las mujeres más jóvenes (1 de cada 3 mujeres diagnosticadas es menor de 45 años)

¿Qué sucede? Parece que no acabamos de encontrar la causa primera que genera este aumento de población afectada. En compensación, conocemos mejor este tipo de tumor y las consecuencias de decisiones tomadas con anterioridad. Hemos sido capaces de aprender y seguir intentándolo. ¡Una de las grandezas del ser humano!.

¿Por qué sucede? Calculan que alrededor de un 5% de todos los tumores tienen un componente hereditario, pero no solo se trata de genética. En muy pocas décadas nuestros hábitos de vida, la relación que hemos establecido con el entorno natural y social, relacional y emocional, la forma en que nos alimentamos y el valor que le hemos otorgado a nuestras creencias, tienen mucho que ver con este aumento.

Por ejemplo: El retraso de la maternidad a edades que sobrepasan los 30 años, anula el efecto protector que tiene el embarazo contra el cáncer de mama, según los últimos estudios publicados por el GEICAM (Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama). Ya ni comentemos en este renglón las razones y justificaciones que cada mujer desarrolla para retrasar ese momento de la concepción… De eso, otro rato…

 Estos mismos investigadores aseguran, que el  diagnostico de casos en fase más precoz (estadio I) ha aumentado un 15% en la última década, mientras que el número de tumores diagnosticados en el estadio III más avanzados a descendido un 3%,  (muy buenas noticias ¡) lo que demuestra la importancia de la prevención y de la detección precoz. El 90% de los casos se curan si el tumor es detectado en un estadio inicial.

Pero no solo es eso. La vida, las responsabilidades, la alimentación incorrecta, el estrés y la falta de sueño también tienen mucho que ver.

Básicamente, el tumor que está buscando dominar en mi pecho tiene mucha relación con las hormonas y en particular con los estrógenos.

¿Qué son los estrógenos? Pues así en sencillo os cuento que son las hormonas femeninas por excelencia. Se encargan de regular nuestro aparato genital, el reproductor y actúan sobre las mamas a lo largo de nuestra vida, entre otras muchas cosas. Responsables de los cambios que se producen en la pubertad, el desarrollo, el embarazo y la menopausia.

Cuando los niveles de estrógenos se disparan, las células mamarias pueden verse afectadas y cambiar, desarrollándose en forma de lo que conocemos como tumor.

Es importante recordar que no todos los estrógenos los fabrica nuestro cuerpo. Hay muchos estrógenos exógenos (sustancias químicas que provienen del exterior) que imitan el funcionamiento de los propios, entre ellos los que ingerimos a través de la comida, los que inhalamos a través de perfumes y aromas o transportados por el aire, los que están en algunos productos de limpieza… (en eso me fije leyendo las etiquetas del baño propio o ajeno en momentos privados…jeje. Luego como no, investigue un poco este hecho)

Pero todos los tumores que se desarrollan en la mama no son iguales, como tampoco lo son las personas y la forma de enfrentarse a las cosas que les ocurren. El de mayor prevalencia o más común (80% de los casos),  es el conocido como Carcinoma Ductal Invasivo o Infiltrante, que se inicia en el conducto mamario.

Aunque las mujeres con parientes que han sufrido un tumor puedan tener mayor riesgo de padecerlo, la verdad es que solo entre el 5 y el 10% de los casos se deben a este tipo de factor hereditario. Dicho factor se relaciona con una mutación de los Genes BRCA1 y BRCA2. Lo último en detección precoz de este tipo de cáncer hereditario son los Test Genéticos. Se analiza  una muestra de ADN tomada de una muestra  de sangre, buscando mutaciones. Permite conocer si se ha heredado la predisposición a la enfermedad. Como Angelina Jolie, mujer valiente que se esforzó por mostrarnos a todas otra manera de pelear… Ese camino dirige hacia la Mastectomía preventiva, si la predisposición y la mutación se confirman.  

Según parece por lo que voy leyendo, los investigadores americanos creen que existe una relación entre el tamaño de los pechos y los niveles de estrógenos, aumentando el riesgo de las mujeres con los pechos grandes.

En resumen, a parte de la predisposición genética, influyen en el desarrollo, en la prevención o en el tratamiento del Cáncer de Mama:

• La alimentación y la relación que establecemos con lo que comemos, las costumbres y las rutinas,,, el consumo de grasas TRANS, precocinados…
• El sobrepeso y sobre todo la acumulación de grasa en la zona abdominal que favorece la producción y acumulación de estrógenos
• El ejercicio o el sedentarismo
• Los hábitos y adicciones
• El estrés y el descanso poco efectivo
• La edad de gestación y el amamantamiento natural

Pero de todo esto ya hablaremos más adelante…